Con la arena deslizando suavemente
hacia la parte inferior del reloj,
se queman postulados inoperantes
mas no sin un sincero miedo atroz.
Se mantiene cierta atención expectante
tras destellos esfumados en la noche
recuerdos aciagos visitan mi mente:
risas, un olor, una copa, un coche.
Paradigma entre mi vida existo,
y en elipses periódicas me sitúo;
exhausto, audaz, pese a intranquilo,
me siento tragicómico, un Calisto
de carne y hueso… un excéntrico búho
el cual entre insomnio se mantiene en vilo.